Muchas veces los profesores creen que pueden llegar a ganarse el respeto en el aula a través de una imagen autoritaria, lo cual a veces funciona pero muchas otras no. En primer lugar, hay que saber diferenciar las cualidades de un jefe y las de un líder, para entender las fallas que uno puede tener cuando se tiene a cargo un grupo de alumnos.
El profesor con modos de “jefe” es el que da órdenes e inspira miedo en los chicos, se preocupa por los resultados académicos y no por los alumnos, así como también deja marcado que él es la autoridad de la clase. A diferencia de este, el profesor con modos de “líder” es el que aconseja y guía el camino, inspira entusiasmo para que los chicos se motiven con la tarea y los exámenes, se preocupa por ellos y trabaja en forma de equipo.
Otra condición que suele tener el líder, es que entiende que el aprendizaje efectivo no se logra a través de un monologo sino del dialogo, para esto es importante escuchar a los chicos, dejarlos opinar, preguntar y fundamentalmente debatir entre ellos, ya que los estudiantes aprenden del profesor y también de sus compañeros o de ellos mismos.
El respeto de los alumnos puede ser ganado de ambas maneras, pero quien tenga las cualidades de “líder” es quien va a poder generar una relación no solo de respeto, sino también de cariño y admiración, lo cual es fundamental ya que acrecienta las ganas de los alumnos por aprender y escuchar lo que les dice el profesor.